Despierto de un sueño que creí eterno, aún envuelto en sus brumas me desperezo. El frío de la mañana me encoge, pero pronto amanecerá, el cielo se irá llenando de luces, y el aire, ya más templado, de sonidos.
Y sonriendo mi danza agradeceré a la vida este nuevo día, lleno de ilusiones y caminos, oportunidades que celebrar.