Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

.

mi espíritu arrodillado en lágrimas de emoción
un alma niña y bella contándome con humilde generosidad quién soy en este preciso instante, dos miradas limpias y sinceras, cercanas (apenas un paso), un camino celebrando una vereda, un río recibiendo un arroyo, tras los remolinos y recodos
dos niños viejos compartiendo un antiguo juego
no sé abrazar tanto, no sé abrazar más, y sin embargo, necesito hacerlo
-me alegro de lo tuyo.
y si, en este momento, mi alma alcanza a entender cuánto debo alegrarme de lo mío, de mí

a Laureano