Caen
como alfileres,
que no les importa dónde hieren,
caen.
Como uñas
arañando la pizarra
caen.
No tiene sentido
intentar impedírselo
han decidido caer
y caen.
Nosotros,
que sabemos lo que es
morir,
sonreímos la ocurrencia,
como quien sonríe
a un cachorro que pide comida
o a un niño
que la escupe