Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

Abro
la ventana que da
a ninguna parte,
esta triste ventana.

Vuelvo
a los nombres que me duelen
con la intención
de sonreírles.

Cada sombra nace
de una luz
y todo es un poco
como un juego.

Nunca sabes
cuándo va a surgir
la magia,
esa chispa que te reconforta
y te reconcilia
con la vida.