Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

tu tardor

este mar tranquilo
que refleja un cielo claro
me trae tu mirada

este viento suave
que refresca la tarde
me acerca tu voz
tu dulce voz

tu sonrisa me llega
con el sol
el día se calma
al saber de tu alegría

un sol bajo
tiñe de ocre los árboles
y me recuerda que
aunque no lo parezca
ya llegó el otoño
y la plácida tarde
se viste de tu ternura

dos pajarillos
se adornan en cabriolas
del pino a la palmera
de la palmera al ciprés
una y otra vez
se siguen se llaman
se esquivan se recrean
quién sabe a qué juegan
escondidos entre las ramas

el sol va ocultándose
tras una ladera
en una larga despedida
va llevándose su luz

las aves se recogen a sus nidos
yo a tu recuerdo