Avui (avui mateix) fa dos anys que vaig arribar a Sabadell, amb el ànima esgarrapada i un estrany somriure.
Mirant endarrera, han estat dos anys llargs (sembla mentida quant pot succeir a dos anys)..
Me dormí en el tren, y desperté de nuevo en Plaça Catalunya. Quizá alguno habría pensado que era una señal, yo lo que hice fue tomarme un café antes de volver al tren, para asegurarme de que no me dormía de nuevo.
Apenas dos días después de llegar, bailé bajo el fuego de los diablos, y me sentí como un niño que regresa a casa.
He trobat llocs increibles, meravellosos, i personatges singulars. He vivido con pasión (no sé hacerlo de otro modo). M`he sentit apreciat, fins i tot estimat. He aprendido, más que sobre ninguna otra cosa, sobre mí.
He estado lento en algunos asuntos, distraído en otros.. torpe la mayoría de las veces. Incluso, lo reconozco, hubo un momento en que llegué a rendirme (quizá cuando menos debí hacerlo). Pero no me quejo, y menos de mí (que me consiento mucho). Haciendo balance, es para estar orgulloso, o satisfecho (que quiere decir “haber hecho suficiente”), o contento. Hace un par de días tropecé con un antiguo compañero de fatigas. Tras una larga conversación, se despidió de mí diciendo “Ole tu raza vikinga!!”
Alguien me dijo hace poco “Catalunya, a poco que le des, te devuelve mucho más”. Molt més, aquestas son les paraules. Si hubiera de definir estos dos años, diría “i molt més”.
He publicat un llibre. No qualsevol llibre, he publicat “El Alumno”. Només jo sé quants regals m`ha donat.
He après una nova llingua (gairebé), dolça i compleixa, com tot el que val la pena.
He crecido como persona. Lo sé, que me conozco de hace tiempo, y lo siento así.
He compartido. I tant que he compartit.
He conocido una nueva dimensión de la palabra “ángel”, mucho más allá de lo que esperaba (sé de uno, risueño y humilde, que se enfada si le doy las gracias).
I més, molt més, que no dic..
Avui (avui mateix), a més a més, faig uns quants anys (un chaval). Pero eso es sólo una anécdota (o no, o yo qué sé).
