Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

Arropados por una melodía de Cole Porter nos vamos agrupando, mientras colocan las sillas. En el desnudo escenario, una escueta batería, unos pies de micro y algún amplificador. En el pequeño parque junto al recinto unos críos corretean y se divierten en los columpios, al fresco de la noche. Los músicos cruzan entre las conversaciones
-.. las cosas suceden cuando tienen que suceder.. y como tienen que suceder, porque si no sucederían de otra manera..
por una esquina, con aspecto de cuadrilla mafiosa, pretendiendo disimular los inevitables nervios poniendo cara de duro. Todo está dispuesto en la tranquila noche, en un rinconcito de una ciudad pequeña, va a repetirse el milagro.