Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

..y todos somos niños a hombros de nuestros padres, asustados por las chispas y el tronar de de los petardos, envalentonados por el ritmo de los tambores..
..y todos nos volvemos un poco diablos, danzando bajo la lluvia de estrellas que apenas queman.