Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

la idea

(escena improvisada a paritr de la idea de que, si se hiciera un examen psicológico a una transnacional, el diagnóstico sería de "psicópata peligroso sin ninguna concienca sobre lo que representan el bien y el mal")

-Bueno, explíquenos su idea.
-Bien, el primer paso sería abaratar el dinero. Esto aumentaría su fluidez, su capacidad de movimiento. Paulatinamente, con cuidado de no provocar saltos en la inflación, el precio de las cosas iría subiendo. Pero, al trabajar con tipos de interés cada vez más bajos, si aumentáramos también los plazos de financiación y redujéramos a su vez los requisitos para la concesión de préstamos...
-El resultado sería un mercado desvirtuado.
-Bien, es importante que no me interrumpan... Hablo de bienes inmuebles. Actualmente, concedemos un préstamo a quince años por un importe de 60.000 euros, que nos supone 180 mensualidades de 600 euros, lo que nos da un total de 108.00 euros. En pocos años, con las medidas que he expuesto, estaríamos concediendo préstamos por valor de 180.00 euros a cuarenta años, echen cuentas.
Concede una pausa para el cálculo mental de los presentes, pero decide entorpecerles.
-Recuerden que en los primeros plazos sólo se abonan intereses... a más años, más tiempo de rédito casi neto.
-Parece peligroso.
-Bien, se pone interesante. Atiendan... concedemos un préstamo por el 80% del valor de la vivienda que, al ser cada vez más barato el dinero, va incrementando su precio. Cuando el volumen de negocio sea suficiente, comenzamos un proceso a la inversa... nosotros decidimos el rédito a obtener. Es tan redondo que lo podríamos hacer cotizar en bolsa... podríamos llamarlos "créditos de alto beneficio"...
-"Créditos de alto riesgo", más bien... si hiciéramos eso, pronto comenzarían los impagos.
-Cada vez mejor... Recuerden que financiamos el 80% y, ante el impago, recuperaríamos la vivienda por embargo, probablemente antes de que su valor caiga más del 20% con el que jugamos. Y hasta entonces, el beneficio habrá sido el que nosotros hayamos marcado.
-Pero está hablando de destruir la economía doméstica.
-Antes de llegar ahí... El paisaje que les he dibujado es el de un mercado en ebullición, al ritmo que la vivienda se encarece, se acelera su construcción. Hablamos de grandes fortunas creadas en muy poco tiempo, deseando mover todo ese dinero, de lo que también obtendríamos beneficio.
-Suena a burbuja... no sé, parece insostenible.
-Lo es... y nosotros decidimos cuándo se rompe. Reconduzcamos todo ese caudal de dinero, miles de millones de eurodólares, hacia un sólo punto: La Gran Estafa.
-Una estafa...
-Sí, nos timan, nos roban. Nos quedamos sin liquidez, no podemos hacer frente a la situación, cerremos alguna oficina importante si es necesario... que aparezca en todos los noticiarios, necesitamos ayuda..
-Pero quién va a timarnos... a nosotros.
-Un malo maloso, con un nombre tipo Gekko, o Mallock, ya se nos ocurrirá... un prestigioso financiero que idea una gran estafa a nivel mundial... un sistema piramidal de inversión o algo parecido, bonos de rendimiento alto y rápido... Imaginen que una importante firma derive todos sus fondos de inversión a ese producto y son engañados... sólo son gestores del dinero, no sus propietarios, ni siquiera tendrían que hacer frente a la devolución del capital invertido por sus clientes.
-Está hablando de saquear el mundo.
-Exacto. Y aparecer como víctimas. Entre La Gran Estafa y los impagos de los "créditos de alto riesgo", nos desmoronamos. Y si nosotros no tenemos liquidez, la producción se detiene... todo el tejido industrial está basado en la economía de créditos... los gobiernos tendrían que acudir en nuestra ayuda.
-Pero no podemos saquear los gobiernos también, provocaríamos una crisis a nivel mundial.
-Ya... y sería necesario cambiar todo el sistema de producción a nivel mundial para salir de algo así... habría que volver casi a los tiempos de la esclavitud.
-¿De verdad cree que la gente no iba a hacer nada?
-Claro, votar a la oposición... y esta vez no nos va a valer cualquiera... pero tranquilos, tengo preparado el Nobel de la Paz si hace falta.