Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

Entré en el mismo bar,
sonaba la misma canción.
Estaba también
el tipo aquel
que aquel día
nos sacó en volandas.

Anduve por los puestos,
competí con la misma familia
por ver un anillo nuevo.

Fui al concierto
a gritar coros
que ya grité entonces,
desgarrando.
Los arcos de la plaza
me saludaron
a ritmo de txozna,
allí había dos, tres,
cuatro sonrisas lejanas.
No hubo rally,
hubo Barricada.

Colgaba la misma pancarta,
no era otra igual, era
la misma pancarta.

Siguen el Madari,
el Frontón, la terraza...
no leía los carteles,
conocía los nombres.
Al otro lado del vaho
en el cristal,
estas cinturas
no eran aquellas,
pero se figuraban.
Gernika