Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

Un clarinete desgrana un adaggio contra las viejas piedras desvirtuándolo con armónicas cabriolas hasta hacerle perder la tristeza con que su autor lo ideó.

La brisa es fría, pero el sol ya tiene fuerza para caldear.

Las palomas se acercan a los jubilados en sus bancos, esperando su ración.

Aún es pronto para niños, sólo algunos en sus sillas, abrigados hasta la exageración.
Sabadell