¿Imaginas?
Que ni el frío ni la lluvia
te impidan dormir,
que su música al otro lado del cristal
te acompañe en tu sueño.
Despertar
sabiendo que hoy comerás,
quizá no
un manjar exquisito, pero seguro acertarás
a elegir algo que te guste.
Abrir la ventana
al nuevo día, y que la luz de la mañana
invada la habitación.
¿Te imaginas?
Salir a pasear
y no tropezar con guerrillas
ni disparos,
estar seguro
de que si suena una explosión,
se trata de un petardo.
Sentarte en una esquina
y ver a la gente pasar
con sus quehaceres,
que te contesten
los buenos días
sonriendo.
Entrar en una tienda
y comprar.
Incluso permitirte
un capricho.
Puede ser un helado,
o un chocolate...
nada de otro mundo,
de este.
Una voz amiga
al otro lado del café,
compartir
una ilusión, o una pena,
o simplemente estar,
ser,
tranquilo.
¿Lo imaginas?
¿Puedes imaginarlo?
¿No sería
maravilloso?
