Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

Ruge,
empuja,
arremolinado y traidor,
colérico y enfebrecido.
Abre
las ventanas,
eleva las hojas,
las danza y las lleva
a donde nunca han pertenecido,
arbitrariamente.
Ruge,
empuja,
se multiplica.
Dicen
que viene del sur,
y vendrá, no voy a negarlo,
pero hacia dónde,
parece buscar camino
y que todo le moleste
y le desoriente.