Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

La sombra del tren baila junto a la vía nerviosa como una llama, mientras la tarde despide la semana con melancolía. Soy como el niño que no quiere dormir, aunque apenas distinga si está aún despierto.