Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

Cada luz una vida,
cada celda del enjambre
vive historias,
pequeñas e importantes
todas ellas.

El viento ondea las sábanas,
modesto mar
donde purificamos nuestros sudores
y pesadillas,
olas que nos mecerán
cada noche
cuando,
antes de dormir,
los sueños nos visiten.