Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

Nos abraza un gris
que todo lo envuelve
y difumina los contornos,
húmedo y frío,
con sabor a costa.
No hay sol arriba,
y las horas pasan sosas,
sin distinguirse
unas de otras.
Hoy los árboles
están desnudos al frío,
las palomas no han salido.
Esta mañana
el paisaje es hacia adentro,
hacia cada uno,
quizá es por eso
que sonrío.