Se presenta el diablo
con ganas de bailar
en la sombra que proyecta
mi lealtad
Tiene gesto de burla
y una indiscreta opinión
me señala la puerta abierta
de tu balcón
Y yo
que voy de sinvergüenza
me sonrojo
no hay nada peor
que cuando eres tú
quien se ríe de ti
pintando el espejo
de un oscuro gris
Quizá sea el momento
de buscar un andén
y esperar allí a subirme
en un nuevo tren
Sentarme en el camino
disfrutar de alguna flor
y a solas conmigo
escuchar mi voz
Porque aunque el cielo no quiera
se refleja en el mar
y nunca ha sucedido
llover y no mojar