Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

Este otoño disfrazado de invierno no me engaña, aún no veo mi aliento, ni me duelen las manos. El cielo me guiña un ojo en forma de gaviota
-Qué haces tan lejos del mar?
-Saludarte, tonto.