Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

El sol se refleja en el agua, no llegan a ser charcos pero casi, la hierba lo agradece brillando. Dejo que me llegue, respiro lento entrecerrando los ojos, calor.. calorcito.
Cruza una morena, de blanco, su ropa juega a las luces y sombras, cimbrea su figura..
Empieza a sobrar la camisa, mis manos agradecen el susurro de la brisa, los pájaros trinan, los periquitos se ríen. Me vienen a la cabeza Rostúar y los cisnes comiendo de la mano, las conversaciones con ellos..
Me apoyo en mi nuevo bastón, quizá soy el suicida más lento de la historia, quizá es sólo que aún no se enteran.
La luz llega ya hasta la hoja pero, al escribir, hago sombra con la mano. Mi mano derecha..