Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

Mañana amanecerá.
Hoy no ha acabado nada.
Hay heridas que, con el tiempo, sólo duelen cuando se miran, pero lo que aprendimos cuando surgieron, permanece en nosotros.
Somos pequeñitos hasta la impotencia, y grandes hasta una inconcebible magia. Ése es nuestro misterio.
Todos dimos lo que pudimos, y quizá la lección sea ésa. A veces, no importa cuánto te esfuerces, pierdes. Pero ello no implica que debas dejar de intentarlo. Lo importante es cuánto de ti eres capaz de poner en el empeño. Eso nos libra a todos de culpa, y nos prepara para el siguiente intento.
14 de Septiembre de 2010