Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

Ha pasado el camión del agua, limpiando el paseo de El Arenal, y el reflejo de las farolas en las baldosas mojadas me ha traído el recuerdo de aquel Bilbao gris y húmedo.

El abandono que entonces me produjo tanta rabia, hoy me llena de una inmensa tristeza.