Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

Dos palomas
en el cable mojado,
un letrero de
se alquila.
Los troncos
oscuros,
las miradas
tristes, perdidas.
Lunes
de resignación,
alba mustia
y aletargada,
nada invita
a la alegría,
salvo, quizá,
algún espejo.