Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

Dejo que mi mente vague, que me lleve sin rumbo, que improvise, que se entretenga.
No la guío, tan sólo, cuando se enreda en un nudo, se lo aparto, para que pueda seguir probando caminos.
Me plantea preguntas, me ofrece respuestas, me abre puertas.
Y hay rincones, de la imaginación y la memoria, que sólo así visito.