Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

Ahora que el horizonte va tomando ese tono verde que la casi-noche le da, y el fresco lo vuelve todo más tranquilo, me recreo en los lazos de cariño en que todos nos enredamos, y me llena una calmada emoción.. me siento afortunado.