Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

Vivo pendiente de mis virtudes y habilidades. Las riego con alegría, que ramifiquen, y les crezcan hojas, y les nazcan flores.
No hago mucho caso de mis defectos. Simplemente, soy consciente de que están ahí.. como tierra pedregosa, donde sólo van a crecer cardos y mala hierba.