Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

De noche
todo es silencio
frío y quieto.
El césped perfecto
bajo las luces,
la avenida de bancos
esperando,
no hay niños, ni perros,
ni padres, ni dueños.
Nadie acompaña
a nadie.

De noche
todo es un silencio
húmedo y nervioso.
Las piedras blancas,
el cemento,
las planchas de la fachada
girándose
para dar la espalda.

De noche,
cada uno dormirá su sueño,
si puede.