Siglo veintiuno,
más de dos mil años
escapando de la verdad,
intentando convencernos
de hacer menos y durar más,
nosotros.
Hemos alcanzado la capacidad de saber tanto que nada nos afecte.
Cuantos más somos, más sólos estamos.
Olvidamos vivir
y nos atiborramos de sensaciones
falsas, rápidas, fáciles.
Nada nos incumbe,
nada nos atañe,
nada nos duele de veras.
Nos consideramos importantes,
todos y cada uno,
menos los demás.