Itineraria de reflejos, lírica y melancólica, dejo parte de mí en cada paisaje que visito, pero no hallo donde quedarme.. empapado, continúo mi camino, a donde quiera que dé.

Conocí un castillo
con tres soles:
una reina, una princesa
y una diva.
En su atalaya
escribí poemas,
canciones, cuentos..
me entretuve
siendo el bufón
trovador
que siempre he sido..
decidí mi vida.
En sus fogones,
pasillos, fosos..
dejé sonar mi melodía.
Uní el cielo
y el infierno
en la punta de mis dedos,
tanto amor..
A un lado el sol,
al otro más,
y a la tenue luz
de unos ojos entreabiertos..
no fui el rey,
fui más,
fui yo.